LAS SALINAS
ESPARTINAS
articulo del 2006
Antes de introducirnos en las cuestiones históricas y
técnicas relacionadas con las sal de las Salinas Espartinas, es conveniente
comentar una serie de nociones sobre como llegaron a formarse depósito de sal
en esta zona del término municipal de Seseña, entremezclándose con yesos,
margas, arcillas, calizas, etc.
COMO SE FORMARON
El centro de la península estaba rodeado por sistemas
montañosos formando un círculo cerrado, donde el agua se acumulaba por no tener
salida al mar, formándose grandes o pequeñas lagunas como las que aún quedan
por la Mancha. Los diferentes arroyos incorporaban tierras disueltas que
recogían de las rocas montañosas. Estas tierras o sedimentos se originan por la
descomposición de las diferentes rocas. El anhídrido carbónico, el oxigeno, el
acido carbónico contenido en las gotas de lluvia, los organismos vivos
fosilizados, etc. eran y son los factores o agentes que transformaban la
naturaleza física y química de dichas rocas, convirtiéndolas en arenas,
arcillas, carbonatos, sulfatos, gel de sílice, sales de diversa composición,
etc. Uno de estos tipos de sales era el cloruro sódico o sal común.
Todo esos sedimentos se posaban en los fondos de las
lagunas, cuando estas se secaban en época de sequia. Posteriormente nuevos
sedimentos, arrastrados por las aguas de los arroyos, se incorporaban a las
lagunas, y así sucesivamente, formándose diferentes capas de sedimentos.
Según la temperatura y humedad reinante se desprendía más o
menos sal de las rocas madre, formándose capas estratificadas (colocadas
horizontalmente) de varios metros de grosor. Estas capas o estratos de sal
quedaron tapadas por otra, hasta que se llegó a formar un grosor de
aproximadamente 1500 metros.
En los últimos millones de años, la península Ibérica se
movió, dobló, inclinó. Los lagos de las depresiones (hundimientos) se vaciaron.
Unos ríos desembocaron en el Mediterráneo, otros en el Atlántico. Los lagos,
lagunas de la depresión central, dejaron de acumular agua y con ello, de
deportar tierras. No solamente esto, sino que además, los sedimentos, estratos
acumulados durante millones de años fueron desmantelados, barridos, erosionados
y transportados al mar por los ríos al tener ya salida exterior.
Había terrenos más fácilmente erosionables que otros,
quedando mesas, mesetas, cerros testigos, más altos que otros. De esta manera
los cerros de Valdemoro, Seseña, Esquivias, Torrejón, al ser más resistentes
quedaron en alto al ser desgastados por los arroyos que los rodean.
Puesto que las vetas donde se encuentra la sal se hayan más
bajas, a mayor profundidad, no se las destapa o descubre hasta que un arroyo o
cárcava profundiza y corta el terreno limpiamente. Todas estas vetas de sal se
posaron en su día en el mismo nivel horizontal, de aquí que todas las
salinillas de la zona aparezcan más o menos, a la misma altura o profundidad.
Para que la sal aflore o salga al exterior, un arroyo o rio
debe cortar su estrato o capa. Debe manar agua para que en ella venga disuelta
esta sal. Si los manantiales se secan, dejan de extraerla. Por eso las Salinas
y salinillas funcionaron periódicamente dependiendo del régimen de lluvias y
climatología.
Durante largos periodos de sequia dejaron de manar las aguas
salinas. Los huecos, cavidades, quebradas producidas al evacuarse la sal se
desploman, ciegan, se cierran, dejando de fluir los manantiales salados por lo
que hay que recurrir a hacer minas o galerías que abran las redes de aguas
interiores, y esta vuelva a manar.
Diversos cálculos personales me llevan a la conclusión que
hace unos 4000 años, aproximadamente, los hombres prehistóricos eliminaron la
cubierta vegetal del entorno de Seseña, bien para sembrar cereales o crear
pastos para el ganado. La consecuencia fue que se formaron importantes cárcava
y arroyos muy pronunciados que abrieron las vetas de sal que estaban cerradas
de esta manera se explicaría el que junto a todas las salinillas de la zona se
encuentren poblados prehistóricos de
hace unos 4000-5000 años, cuyas gentes utilizaban la sal para distintos fines.
A partir de estas fechas prehistóricas, las salinas fueron
explotadas sin interrupción, aunque es posible que hubiese periodos que no se
hiciese, coincidiendo como ya hemos dicho con climatologías secas.
USOS DE LA SAL
La sal tiene muchas utilidades, no solo las puramente
fisiológicas, también se utiliza con funciones terapéuticas para curar
enfermedades relacionadas con la piel y la vista; tiene la capacidad de retener
el agua en el organismo ayudando a combatir la sed, ante situaciones humanas
extremas; se emplea para hacer vidrios y productos químicos; etc.
Desde la prehistoria la sal y los salitres se utilizaron
para diversos fines: ablandar las grasas y colágenos que tienen las pieles,
embalsamar los cuerpos de las personas, conservar los alimentos, etc. casi como
las legumbres se ablandan añadiendo sal al agua, también lo hace con las
pieles, permitiendo pelarlas y eliminar grasas y fibras colagenas. De esta
manera las pieles se hacen más flexibles, ligeras, suaves, evitando que se
agrieten y haciéndolas más cómodas al vestirlas.
También, la sal y las sosas, se utilizan para lavar la ropa,
pues ablanda la suciedad. Estas sustancias hacen que penetre más el agua en las
partículas grasientas de la suciedad, desprendiéndolas de los tejidos.
Con las gredas y arcillas de nuestra zona geográfica se
entremezclan sales y sosas que fueron empleadas en la Edad Media para los
batanes y lavaderos de Toledo, Illescas, Borox, Seseña. Así consta en diversos documentos.
Son famosas las gredas salinosas de Magán que llegaron a comercializarse hasta
Arabia y Egipto durante la Edad Media. En las Salinas Espartinas existen,
todavía hoy, una pila de lavar la ropa o curtir las pieles. Esta pila está
hecha con piedra de Colmenar. El uso de estas piedras y cerámicas de la zona se
remontan a los siglos II-IV y de la Edad Media. Tenemos conocimiento de que
alrededor de esta fechas, pudieron existir en las Salinas Espartinas lavaderos,
batanes, curtidurías o tenerías romanas e islámicas, ya que la sal y sosas
ayudan a que los tintes de las ropas se conserven al quedar fijados por esto
mordientes.
Las salinas Espartinas llegaron a producir alrededor de 15
vagonetas anuales de carbonato y sulfato de sodio (sosas suaves) hacia los años
40. No tenemos noticias exactas de sus destinos y usos. Pero si sabemos que
Ciempozuelos tenía fábricas de sosa para fabricar jabón, y que Borox también se
fabricaba jabón en los siglos XVIII y XIX.
En zonas de nuestro término municipal y alrededores, abunda
una planta parecida al romero o tomillo, llamada jabonera. Esta planta se
utilizaba para hacer jabón. Sus cenizas se mezclaban con agua y aceite
caliente, produciéndose una saponificación o conversión en jabón, de ahí que se
le pusiera el nombre de jabonera. Este procedimiento ya se utilizaba en la Edad
Media.
POBLADO DE LA EDAD DEL BRONCE CON POSIBLE VOCACION SALINERA
En el tramo del arroyo Vallechico (como lo llaman los
lugareños), gemelo del arroyo Vallegrande, se localiza una mina de sal con un
túnel de ladrillo. Dicha mina junto con otra más abajo (mina grande y mina
chica) evacuaron aguas salinosas-salitrosas durante muchos años.
Probablemente durante la Edad del Bronce, época romana y
Edad Media (islámica) se explotó la sal de esta primera mina.
Junto a esta mina “grande” encontramos un pequeño cerro con
una gran cantidad de fragmentos de cerámica pertenecientes a la edad del Bronce
Inicial, demostrado por la cerámica decorada con incisiones del estilo
“campaniforme” encontrada en esta zona. Esta cerámica se conoce con el nombre
de “cerámica campaniforme de Ciempozuelos”, la cual es conocida y valorada en
ambientes culturales y educativos de toda España. En el término de Seseña
encontramos mucha cerámica de este estilo. Gracias a diferentes procedimientos
arqueológicos sea logrado averiguar la fecha de esta cerámica: 3500 a 4000 años
atrás. También aparece otra de característica romana (hace 1800-1600 años) y
medievales-islámicas (hace aproximadamente 1000 años)
Gracias a excavaciones realizadas en este cerro por
diferentes arqueólogos podemos observar diferentes niveles o capas donde
aparece gran cantidad de cerámica fragmentada (intencionadamente), junto a
masas de finas cenizas y barro enrojecido por el fuego. También encontramos
diferentes conglomerados de piedra de yeso.
La interpretación de estos descubrimientos y restos
arqueológicos se centra en que se trata de “hornos abiertos” donde se ponía a secar e agua salinosa en grandes
recipientes. Una vez evaporada el agua, y en estado de gel, la salmuera se
traspasaba a vasijas pequeñas la cuales se rompían una vez llenas de sal
precipitada o solidificada en cristales. De ahí que encontremos tantos
fragmentos de vasijas.
Existen restos arqueológicos muy similares en el resto de
España y diferentes países Europeos.
Encima de este “cerro salinero” del que estamos hablando
encontramos un poblado amurallado de la misma época. Esta muralla se construyo
para defender sus bienes y producciones. Uno de estos preciados bienes podía
ser la sal que se obtenía más abajo.
Hemos encontrado en este cerro vasijas de cerámica con tres
formas diferentes, siendo la más abundante las forma de grandes barreños.
Nos conocemos la forma de vida del hombre que vivía tanto en
el poblado, como en la explotación salinera; que alimentos consumían o donde
pernoctaban. Es posible que vivieran en la explotación durante un tiempo
protegiendo la sal que estaba en proceso de elaboración. Si han aparecido en el
poblado, frecuentes objetos de piedra de gran magnitud con forma de peine. Los
arqueólogos llaman a estas piezas “dientes de hoz”. Posiblemente se utilizaran
como raspadores de las fibra hechas de las pieles y cardadores de las lanas. El
gran numero de estos utensilios encontrados, nos hace pensar que en poblado
pudo existir una industria del cuero, ya que además para el tratamiento de las
pieles y lanas se necesitaban las sales y salitres producidos en las salinas.
Ambas actividades relacionadas: obtención de sal y curtido de las pieles
pudieron realizarse en este “CERRO
SALINERO”.
Comentarios e
ilustraciones DOMINGO IZQUIERDO
Articulo
donado por la organización formación Descarte.2006