LA NOCHEVIEJA Y LAS DOCE UVAS
En realidad
la Nochevieja no debería ser el 31 de Diciembre, último día de este mes, sino
el día 21 de Diciembre que es cuando se inicia el solsticio de invierno y a
partir de este día, los días comienzan a ser más largos, cada día, un minuto.
Por
cuestiones históricas, culturales y por reajustes del calendario astrológico
(recogido por la elíptica que describe la tierra alrededor del sol y la
oscilación del eje de giro de la tierra) quedaron marcadas erróneamente las
fechas astrales de los cambios.
La Noche
buena debería ser posterior a la Nochevieja, porque Nochebuena se refiere al
nuevo año prometedor, que para la cultura cristina viene marcada por el nacimiento
de Jesús como referencia.
La
Nochevieja encuentra mejor explicación
científica en el último día con menos luz solar, el 20-21 de Diciembre.
Si nos
fijamos en los nombres dados a los últimos meses del año (Septiembre de septembre
o siete, Octubre deoctober u ocho, Noviembre de november o nueve, Diciembre de
december o diez), vemos que no coinciden
con el orden numérico del calendario actual. Este ejemplo nos da una idea sobre
el esfuerzo que los intelectuales de hace siglos, aplicaron a entender y
ordenar los tiempos astrales, codificados en números y dedicados a los dioses y
emperadores. Por ejemplo en nombre de Junio se deriva de la diosa romana Juno
(patrona de los romanos y venerada por las mujeres embarazadas o estériles).
Febrero (Januar) viene de la diosa Jano. Marzo del Dio Marte.
Más difícil
resulta sentar el origen de la costumbre de despedir al año “viejo” con las
doce uvas, ingeridas al estilo pavo y al ritmo de las campanadas del reloj de la
puerta del sol (en el caso de España). No queda claro entre los historiadores
cuando se tomo esta costumbre. Puede derivar de múltiples facetas hibridas;
religioso-comunes de cualquier comportamiento griego o romano, practicado en
las fiestas dedicadas al Dios Baco o Dioniso (según se trate de romanos o
griegos).
Este Dios
del vino, de la juerga, borrachera y otros desmadres sexuales, pudo ser el elegido para despedir el año viejo, a pesar de
la falta de coincidencia entre el número doce de uvas y número diez que ocupa
el mes de Diciembre (december).
DOMINGO IZQUIERDO
A.C.COLECTIVO
DE ARTESANOS Y PINTORES
SESEÑA.2007