LA MATANZA Y LAS NAVIDADES
La “matanza”
(por si no lo saben las nuevas generaciones), se refiere amatar al cerdo criado
en casa y elaborar con todas sus partes un infinito repertorio de embutidos y
conservas.
Se suele
hacer en días anteriores a las fiestas navideñas, disponiendo las familias de
unas recientes reservas de carnes sabrosamente adobadas.
No es de extrañar
que muchos dulces de mazapán tengan forma de jamoncillos, asociándose con el
momento. O en forma de estrella, en honor a la Estrella de Oriente.
La “matanza”
y las Navidades vienen a coincidir en el final del ciclo anual. Por estas
fechas, los cerdos han adquirido un óptimo peso tras engordar en más de un 30%
después de la montanera de bellotas (comer las bellotas de las dehesas
maduradas a partir de octubre).
Las cebollas
y calabazas que aderezan los embutidos, también para estas fechas han madurado
y se conservan fácilmente. Incluso las castañas cocidas forman parte de la mesa
a embutir entre los pueblos donde abundan los castañares.
En el norte
de España y pueblos serranos, un día muy apropiado para hacer la matanza, era
el 11 de Noviembre, fecha que en estas geografías hace le suficiente frio como
para que la carne y embutidos no se descompongan. Este día esta dedicado a S.
Martín, de aquí el dicho que cada uno, o todo, tiene su San Martín o final.
En el sur de
España se retrasa la matanza, ya que todavía no ha refrescado lo suficiente,
aparte de que los cerdos aún siguen comiendo bellotas en las dehesas al
retrasarse su maduración respecto al centro norte.
DOMINGO IZQUIERDO
A.C.COLECTIVO
DE ARTESANOS Y PINTORES
SESEÑA.2007