ELEMENTOS
CARACTERISTICOS DE NAVIDAD
PRESENCIA AQUEOLOGICA
EN SESEÑA
Como saben
los lectores el grupo de “aficionados a la Historia de Seseña”, procura
escribir en este periódico mensual teniendo
siempre presente correlacionar los artículos con los datos históricos,
arqueológicos, obtenidos de esta localidad y entorno.
Uno de los
elementos navideños más característico es el Árbol de Navidad. Ingrid Salazar
ha recogido muchos datos (unos anecdóticos, otros de contenido simbólico
cultural) sobre el Árbol.
Seleccionamos
de dichos datos los símbolos del árbol (abeto opino) representados en mosaicos,
pinturas, bajorrelieves dentro del contexto antiguo cristianó a partir del
siglo IV.
Dicho
arbolitos coníferos (forma de cono) aparecen abundantemente en trozos de
vasijas de época romana tardía grabados o en relieve. Pertenecen a vasijas con
forma de tulipán que depositaron en las tumbas excepcionalmente o sirvieron de recipientes
litúrgicos o simplemente de uso casero. Junto a dichos arbolillos tipo abeto,
ciprés, pino, cedro, etc. figuran crucecitas cristianas.
Los
arbolitos piramidales representan la “elevación hacia el cielo”, la ascensión
de los difuntos tras fallecer, la resurrección. Los árboles que hay en los
cementerios son cipreses. Una costumbre antiquísima con la idea de resurrección
expuesta esplendorosamente en el panteón funerario de plata circular
concéntrica mandado hacer por el
Emperador Octavio Augusto para él, su
familia y sucesores.
El árbol de
Navidad tiene el doble valor ambivalente de significar la vida y la muerte. El
triunfo, la gloria, luz. En su cocorota o cima se sujeta la Estrella de
Oriente, la luz, el cosmos, el cielo. Está cargado de adornos y cajitas con
regalos cuyo significado se asimila a los regalos dejados y prendados en los
árboles que se plantaban junto a las fuentes naturales en honor a las ninfas
griegas protectoras de las mujeres embarazadas de los niños.
Hoy día
(recogiendo las tradiciones transmitidas) son las madres e hijos (especialmente
niñas), quienes se encargan de decorar los árboles de Navidad.
En nuestra
comarca tenemos dos datos arqueológicos de época romana referidos a ninfeos o
fuentes naturales o templos con una piscina de agua dedicada a las ninfas. Un
templo o ninfeo lo entramos en la gran villa romana de Carranque, también hubo
en Añover de Tajo, en la finca llamada Barcilés. Nombre que procede de una
piedra escrita de hace unos 1700 años encontrada en esta finca dedicada a la
“ninfas barcilenses”. Barcial, Barcino, Bárcenas (en Seseña), etc., viene a
significar “lugar encharcado”.
Para el
mundo ideológico judaico, la palmera y el cedro suponen los árboles simbólicos
religioso con un contenido triunfal. A Jesucristo le recibieron en Jerusalén
(entrada triunfal) blandeando ramas de palmera y soltando pavos que destacaban
por su plumaje colorístico. Estas dos imágenes (pavos y palmeras con cinco
ramas y troncos subrayado con una línea horizontal), aparecen en fragmentos de
cerámica encontradas en el Quinto (Seseña). Estas palmeras esgrafiadas, rayadas
serian obra de personas hebreas que tas adquirir las cerámicas sigilatas (de
mayor coste), rayaban con dibujos según su condición étnica, ideológica, con
motivos acorde a su idiosincrasia.
Estas
cerámicas significadas de El Quinto (Seseña), son rarísimas en España, casi
únicas se puede decir. Y tanto el motivo de las palmeras triunfales como los
pavos bebiendo de una crátera o fuente brabados en una copa de cerámica de El
quito, son de tradición hebreo-cristiano.
Estos son
algunos elementos que testimonia el posible origen Judeo-cristiano de los
elementos más significativos de la Navidad.
Amigos de la
Historia de Seseña
Domingo Izquierdo
ARTICULO
PUBLICADO DEL AMANECER DE SESEÑA.
PAG.19.
num.96.2008